Quiero comer mermelada el día que te bese
llenarme toda la boca de frutilla y azúcar
que mi lengua también sea untable y casera
chorreando por las comisuras
en un salto de catarata espesa
descienda por el cuello
el pecho el abdomen el sexo las piernas
y así toda almibarada
me tire en un parque
bajo el sol entre la hierba
hasta cubrir mi cuerpo de abejas
que me absorban toda la piel los órganos los huesos de
caramelo
y vuelen hinchadas obesas
hasta la panadería
y vomiten mi miel sobre las medialunas
que vos pedís y yo como en otro poema.