Señor arquitecto: hágame usted una casa mitad fortaleza, mitad panal. Baldomero Fernandez Moreno
sábado, 28 de abril de 2012
viernes, 27 de abril de 2012
Otra vez sopa.
No era la primera vez que le decían que caía mal, tampoco que tenía problemas para tratar con las personas. Pero de todas esas veces, jamás se sintió tan cactus.
Escuchaba cómo las palabras atentaban sobre ella, como misiles que disparadas desde la boca de Alicia llenaban de pólvora todo su cuerpo, y aunque con media soberbia sonrisa pretendía mantener el control, de cada agujero que hacían las balas, corría veneno. Todo ese veneno que estaba al descubierto y que no hacía más daño que a ella.
Su mente dejo de recibir las señales del exterior, todos los agravios que tenia en la garganta volvieron por donde habían ido, y las pocas voces que una vez le dijeron que no estaba sola, no tenían la suficiente intensidad para llegar a ese lugar desde donde ahora veía pasar su anterior vida. Un ir y venir de momentos disconformes, de encontrar siempre la paja en el ojo ajeno, de exigir la perfección, la adaptación, de creer que todos son pasajeros en el tren de su vida.
Tenía alma de veleta, y eso la volvía verdaderamente loca. Sentía un profundo desprecio por las personas que maltrataban a sus afectos más cercanos por meras cuestiones hormonales. Despreciaba ser así. Y era justamente lo que más la irritaba, (porque a todos les duele bajar de un pedestal a su imagen y ver con crudeza quien es realmente la persona que son).
No era novedad para ella, que en suma ya era un cactus, derramaba veneno, y se sentía sola.
En ese momento cualquier precio le hubiese parecido bueno a cambio de un poco de paz. Quería paz, ya no quería ser el centro de atención, por el que lucho tantos años.
No es raro que no pueda dar amor, si nunca pudo pedirlo. Estaba otra vez, como tantas veces escuchando otra de las clases sobre moral, de las que todo el mundo parecía estar capacitado para dar.
Miraba cómo se movían los labios de Alicia, pero no escuchaba nada, eran gestos en cámara lenta, aunque podía adivinar siempre la siguiente palabra. Que paciencia, que respeto, que modales, que esto y que aquello. Un discurso lineal y sangriento, del mismo modelo que el de un mártir. Y si bien su consciente le dictaba qué debía responder, su lengua no cooperaba.
De todo aquello que sentía roto, y de esa facilidad para llorar que siempre la arrastraba cuando tenía que enfrentarse a algo, no apareció nada. Y la lucidez, que había brillado por su ausencia en la disputa, se presentó a enumerarle los cambios que serían necesarios para que esa fuera la última vez. Limitar los insultos, ser en lo posible más condescendiente, olvidar su trato grosero, cultivar la tolerancia.
El cerebro envió todas las órdenes necesarias, su epifania sería revelada, su boca comenzo a abrirse:
- Mierda, que manera de escuchar pavadas.
martes, 17 de abril de 2012
LLORA SOBRE LLORADO.
No desprestigiemos hoy las lágrimas de ayer. No creamos que porqué secaron , fueron menos importante.
No queramos comparar nuestros fracasos, no creemos escalas de dolores, ningún dolor está en mejores condiciones.
Si hay herida, que duela, no obliguemos a sanar lo que no ha cicatrizado, no soy médico ni vos enfermero, y de curar no sabemos un carajo.
Si hoy algo quiere sufrir, no intentemos calmarlo, que sangre, que mate, una vez cada tantos años.
No desprestigiemos nunca el dolor de ayer, es una falta de respeto a lo ya llorado.
No queramos comparar nuestros fracasos, no creemos escalas de dolores, ningún dolor está en mejores condiciones.
Si hay herida, que duela, no obliguemos a sanar lo que no ha cicatrizado, no soy médico ni vos enfermero, y de curar no sabemos un carajo.
Si hoy algo quiere sufrir, no intentemos calmarlo, que sangre, que mate, una vez cada tantos años.
No desprestigiemos nunca el dolor de ayer, es una falta de respeto a lo ya llorado.
sábado, 7 de abril de 2012
NO ARDE
Por qué ya no llora Candela en cualquier lugar, por qué ya no lucha por lo eterno.
Por qué ahora intenta siempre buscar un equilibrio, quizá sus prioridades cambiaron cuando vio que la paz es más fugaz que la felicidad.
martes, 3 de abril de 2012
COMO MATAR A UNA PERSONA- 14/07/2010
Se que estoy pecando de mala persona, de conflictiva y de subversiva. Tratando de establecer una serie de pasos que lograrían cesar la existencia normal de un ser humano.
Meciéndome delicadamente sobre el fino limite de la dualidad humana, después de acumular la experiencia necesaria que proponen el odiar y ser odiado, el querer y ser querido, y porque no, el amar y ser amado.
Creo así, que estoy en condiciones, de dirigirme a ustedes para informar acerca de un nuevo descubrimiento, una forma novedosa de tortura, que rompe con paradigmas propuestos para la muerte en materia armamentista, incluyendo para su correcto desempeño la ayuda de miradas un tanto humanísticas como las que profesaba Ghandi o Mandela, porque para llevar a cabo este homicidio, se necesita justamente, la no violencia.
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Roy Lichtenstein -kiss V |
Consiste pues, en lograr afectar de la manera más cruel los sentimientos más frágiles de una persona.
Para comenzar deberás crear un vil vínculo de amor entre ustedes, envenenándolo de besos malditos, de caricias groseras que dejen su marca de cariño en la otra piel,
Establezca entre ustedes una confianza violenta, que no permita margen de desengaño, que la otra persona logre a su lado sentirse invencible.
Considere al otro un ser único y especial, de esas personas como ya no hay, eleve sus sentimientos al cielo, y logre crear recuerdos eternos.
Permita usted acurrucar su cabeza en tu pecho y escuchar tus latidos, que en sus fosas nasales se impregne el aroma de tu respiración.
Júrale que nunca lo dejaras, y que no hay viento ni mar que los logre separar, toma sus mejillas entre tus manos y que tu iris se clone en sus pupilas .
Transfórmate lentamente en su sonrisa, en su alegría, la razón de sus días, el tiempo que transcurre, que su cintura extrañe tus manos y que los soles de sus inviernos brillen al oír tu nombre.
Entonces, vete, márchate de su vida, pídele que te olvide, traiciónala.
Así tendrás, la posibilidad de matar a una persona sin quitarle la vida entera, sólo una parte sin la cual, será imposible sobrellevar el vacío de sus días..
domingo, 1 de abril de 2012
DOS PÁJAROS DE UN TIRO.
Uno pensaría que el ir al concierto Sabina – Serrat es suficiente motivo para que la noche sea mágica. Pero para esta historia, fue recién el comienzo.
Cuentan y recuentan que en muchas ocasiones personas encontraron el amor a la vuelta de la esquina, en la parada de un colectivo, en un nuevo compañero, o en el asiento de al lado en un concierto. Créase o no, fui testigo de esta última.
Mientras esperaba que el show comience me dedique a observar, y así fue que lo vi. En la fila que estaba delante a mi lugar, más precisamente en un asiento frente a mí se sentó un chica, que como yo, había ido al recital sola. Tenía aproximadamente 24 años, cabello cortito, carita de nena, y un litro de cerveza. Sé notaba en los ojitos detrás de sus anteojos que estaba exageradamente ansiosa y feliz por ese momento ( probablemente sabía lo que iba a pasar). El resto de la gente fue ocupando las localidades, entre ellas mis asientos contiguos. Un rato antes de que bajen la luz para que esos dos grandes empiecen el primer tema, llegó él. Venía solo, tenía pelo castaño, altura promedio, camisa a cuadros, y el número de entrada anterior al de esa chica. Como cualquier persona bien educada que va a compartir una velada junto a un desconocido, se saludaron. Para ese momento yo me había dado cuenta.
Juro que ustedes también lo habrían notado. Eran tal para cual. Él tenía sed, ella tenía cerveza. Entablaron su primer conversación, y así también yo me enteré que ambos estudiaban abogacía y que tenían la igual edad, demás está decir que tenían los mismos gustos y vivían en la misma ciudad.
Juro que ustedes también lo habrían notado. Eran tal para cual. Él tenía sed, ella tenía cerveza. Entablaron su primer conversación, y así también yo me enteré que ambos estudiaban abogacía y que tenían la igual edad, demás está decir que tenían los mismos gustos y vivían en la misma ciudad.
La luz se apagó, las pantallas se encendieron y la función comenzó. Después de un par de temas le tocaba a él ir a comprar la bebida. Tomaron, charlaron, se rieron y cantaron. Estaban empalagosamente destinados.
En medio de las voces de Joaquín y el Nano, ella se fue, y ya no volvió. Y cuando dieron las diez y las once, las doce y la una, las dos y las tres.. él se puso a buscar su cara entre la gente.
Después de varios amagues los españoles tocaron la última canción. Yo emprendí el camino a casa, y no supe como terminó la noche para esos dos. Volví a mi vida sin saber si ella reapareció, si fueron a comer o a tomar algo. Si fue real o un invento, si fue el aburrimiento o mi imaginación.
Pensaba para mis adentros, que riesgo había corrido, que esta vez había zafado, que el destino anda asechando y que a mi también me podría haber tocado.
Esta vez los ataco a ellos, pero nadie asegura que la próxima estaremos a salvo. Que incertidumbre no saber quien se nos sentará al lado.
Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos.. |
FUMANDO ESPERO...
Dejar de esperar no es una elección. La vida no es tener fe un día, un día no.
Es tan larga la espera, como la diferencia que existe entre lo que queremos, lo que tenemos, y lo que merecemos.
No se elige esperar un regreso, no se elige vivir con base en la esperanza, si mi boca dice sí, mi mente sabe que no es cierto, un día tenes que volver, me lo juró el destino una noche de frío, y es sabido que es un caballero, es una promesa que se va a cumplir y mientras transito este tiempo neutro, me entretiene pensar como será el rencuentro.
Algún abril una mirada a la deriva me va a hacer llegar la señal, me va a decir que nunca fue mentira, que siempre me pensaste, que los años no pasaron y que no crecí. Te vas a acercar y lo voy a volver a sentir, voy a temblar y no te vas a dar cuenta, voy a intentar tomarte de la mano y caminar pegadita a tu lado. Me vas a preguntar mi nombre, a amarme sin haberme conocido y me vas a besar en un zaguán. Y después todo será tan de repente, que voy a ser la mujer de tu vida, tu filosofía va a cambiar por la mía, no existirá el pasado, no vamos a caer en lugares comunes, será todo tan extraordinario.
Y toda, toda tu piel me va a querer amar, todas las canciones que callaron van a sonar, y todos dirán que tienen razón, que somos los indicados.
Vamos a caminar por la calle y el sol se va detener en el momento justo en que volteo y estas sonriendo a mi costado, y se entibiaran mis vértebras que extrañaban tus abrazos.
Ese día tiene que llegar tal cual lo estoy imaginando, y no me queda otra opción, porque dejar de esperar no es una elección.
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