martes, 26 de junio de 2012

LAS PEQUEÑAS COSAS I

En el supermercado al que voy, la gente canta. Suene la canción que suene, la gente canta. En voz alta mientras elige la salsa de tomate, y modulando bajito en la cola de la carnicería, porque a nadie le gusta esperar.
Los carritos se esquivan, y siguen la frase que quedó colgando del cliente que  paso al costado. 
Espero en la góndola de las harinas a que pase alguna abuela que me pueda ayudar a decidir.  Y los acomodadores van silbando.
A veces muevo un poquito los hombros, cuando la cajera está registrando.
Pero cuando salgo, la gente que pasa está inmersa cada uno en su coreografía. 
¿En dónde compraran sus cosas los que no van tarareando?


domingo, 24 de junio de 2012



Tiemblan los asientos, el cuerpo responde al movimiento, los ojos fingen que miran a los autos deslizar. Se sacuden las cabezas, que golpetean contra el vidrio. Del otro lado va pasando en simultaneo el decorado de la ciudad.
Van corriendo, paralelo al colectivo, un montón de cables que se cruzan. Va cayendo el sol y la corriente llega a su destino. No existe lo lejos, las luces de la calle distancian aún más el cielo. 
Los taxis se cruzan con el viento que danza con la basura, las palomas dan la impresión de que hay musgo gris en las terrazas. Disculpe señor, ¿usted sabe si esta sensación se pierde al llegar a casa?.


martes, 12 de junio de 2012

¡BOOM!




Terminé el secundario. Me mudé a una ciudad. Me distancié de mis amigos. Reprobé mis primeros parciales. No soportaron vivir conmigo.  Dejé una nueva dieta. No llegué con las cuentas a fin de mes. Los ex amores siguieron con sus vidas. Miré a quien no debía.  Mis papás no me entendieron. Mis hermanas estaban lejos. Saqué debajo de la alfombra grandes secretos. Me peleé con mi mejor amiga. No pude sobrellevar un traumático examen de ingreso. Me diagnosticaron algo que no entiendo. Dejé otra nueva dieta. Tampoco pudieron vivir conmigo. No encontré el amor de mi vida. 


Y un día cualquiera, quizá por abrir el agua caliente en lugar de la fría y no contener la explosión de lágrimas y adrenalina, la gente dice
- Qué loca está esta mina..