martes, 26 de junio de 2012

LAS PEQUEÑAS COSAS I

En el supermercado al que voy, la gente canta. Suene la canción que suene, la gente canta. En voz alta mientras elige la salsa de tomate, y modulando bajito en la cola de la carnicería, porque a nadie le gusta esperar.
Los carritos se esquivan, y siguen la frase que quedó colgando del cliente que  paso al costado. 
Espero en la góndola de las harinas a que pase alguna abuela que me pueda ayudar a decidir.  Y los acomodadores van silbando.
A veces muevo un poquito los hombros, cuando la cajera está registrando.
Pero cuando salgo, la gente que pasa está inmersa cada uno en su coreografía. 
¿En dónde compraran sus cosas los que no van tarareando?


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