martes, 16 de febrero de 2016


¿Que tengo
para decir?
pavadas.

Morimos en el formato
y no me vengan con posmodernidades.
la inmediatez nos esta haciendo mierda
amor.





En el momento más tropical del verano
donde llueve en cada tarde
pasa que el enorme cielo
adquiere o se le anima
a un azul que no sabe
del infortunada fama de las tormentas
del miedo de ciertos ambivalentes grises
el sol no es un círculo es puro peso cayendo sobre todo
ese color antes de nominarlo
de esta ruta antes de ser Mendoza
contrasta con el verde de los campos re nutridos
en el colectivo pasan películas de Tom Cruise
para no aburrirse

//


pero adentro también va humedeciendo
a los que se van y a los que volvemos


Disección






Una mosca. Va de arriba abajo vuelve, capaz en algún giro sale por la puerta pero todavía no. Va para allá por acá por ahí se pierde.
El calor. Primero llega al patio arde en la chapa que calienta la ventana y después a la habitación y viceversa.
El ventilador. Que es un flujo constante, tanto de ruido, como de tiempo, como de aire .
Las manchas. De varios miles de trayectos de la pared por donde sube el pie, y de pedazos de cuerpos que se apoyaron sobre el yeso buscando el fresco y la presión.
La sabana.  Un pliego mas de piel que detiene cada cinco tanta vuelta porque se enreda entre la pierna
La mosca. Que aparece de nuevo diciéndote sos tan mundano, corazón.
La siesta sin dormir.

Me digo



esconder los espejos
de las comedias
de los poemas retrospectivos
evitar lo retrospectivo
y lo a futuro
evitar
cualquier augurio
y conclusión
sucumbir
me cago en el lenguaje
y la puta que parió
al arte y a las formas
y las normas
nunca fui lo suficientemente rebelde
como para romperlas
si en mi existencia de torpe todavía no puedo conmigo
nadie puede
consigo
yo tampoco puedo
con ellos
ay cariño
no se si es el siglo o este cuerpo
el que me niega ese traspaso
a lo errático y bienaventurado
yo vuelvo a estos mosaicos
y acá me quedo
otra noche más.